Miyokosun siempre fue una niña asustada, siempre nerviosa, tímida, y aún una niña pequeña. Y aún así, ahora me doy cuenta de que Alaina tenía el potencial de ser la persona más sofisticada y adulta que conozco. Alaina era el tipo de mujer que podía adoptar una especie de posición de perra-polla e ir (de verdad, Miyokosun tenía ese tipo de autocontrol, que rara vez, si es que alguna vez, vi) durante toda una sesión, sin molestarse con nada más. Siempre había visto la vida sexual de las estrellas del porno como algo bastante frívolo, porque como estas personas suelen ser ya todas, son típicamente un poco inmaduras y de mente inmadura. Ahora, sin embargo, sé la verdadera razón de esto. Aprenden a usar el sexo y los juguetes sexuales para satisfacer sus propios deseos sexuales. Aprenden a ser sexuales. Esto, ahora me doy cuenta, es el camino que Alaina tomó. Para Alaina, su sexualidad se hizo tan fuerte porque Miyokosun era lo suficientemente madura para saber exactamente lo que quería y lo que no quería en el dormitorio, y aún más importante, lo que podía manejar. No sé si Alaina habría hecho eso en nuestros días, pero Miyokosun sabía lo que quería, y estaba dispuesta a salir e intentarlo. Sin su sexualidad, Alaina podría haberse convertido en algo parecido a mí. Podría haber disfrutado de la vida sexual que Miyokosun nunca hubiera tenido porque no podía sentirla...