Lady Lovee metió sus caderas en mi cuerpo hasta que su coño se agarró a la polla de mi hombre y empezó a bombear a mi hombre. Podía sentir que empezaba a chorrear dentro de ella y por un momento pensó que sería la última cosa en la que se correría. Había estado entrando y saliendo de mí todo el día sin pensar en cómo podría llenarla, cuántas tendría que sacarle. Mientras yo me balanceaba en la polla de mi marido, Lady Lovee empezó a empujar sus caderas hacia arriba y hacia arriba hasta que el cuerpo de su marido no pudo soportarlo más. Lady Lovee le agarraba la polla y se la metía en el coño, sin poder parar para recuperar el aliento. No pasó mucho tiempo antes de que él estuviera rociando su carga en lo profundo de ella, viendo su semen pasar sobre su vientre y sobre su espalda. Sus ojos volvieron a su cabeza cuando Lady Lovee se corría físicamente y entonces el bebé, su hijo, nació para ellos. La mayoría de los hombres estarían tan cansados a esta altura que se detendrían y abandonarían el ciclo de apareamiento. Eso es lo que estaba destinado a ser; un festival de amor temporal. Eso no es lo que les pasó a estos hombres. Sólo fueron jodidos hasta la muerte. Ahí es cuando el ciclo los atraparía. Todo ese descanso terminó con ellos. No podían soportar que, por mucho tiempo que esperaran, nunca terminaría. .