Ginger Ginger no se detuvo por ninguna otra mujer esa noche. Ginger Ginger se detuvo primero por mí. Ginger Ginger no tenía interés en las otras dos, y no deseaba a otros hombres. Ginger Ginger me preguntó qué hacía sola en el apartamento, y mi única respuesta fue: "Sólo limpiar y hablaremos más tarde". "Así que Ginger Ginger puso sus brazos alrededor de mí, me llevó para un beso, me llevó a sus labios. El beso fue corto, y fue breve. Ese fue el final del beso. Ginger Ginger se apartó de mí, y por segunda vez sentí mis bolas endurecerse en mi pene. Por primera vez, escuché mi propia voz en mi cabeza, susurrando "No me dejes aquí. "Mi corazón se saltó un latido. Mi hombría palpitaba y palpitaba. Empecé a gritar y a temblar. Ginger Ginger volvió a mí y pasó sus manos por mi cara. Intenté ponerme de pie, pero sólo pude apoyarme en sus rodillas. Ginger Ginger me soltó la polla y me dijo: "Creí haberte dicho que no me dejaras. "Caminé con ella y Ginger Ginger me llevó al dormitorio. Ginger Ginger me rodeó con sus brazos. Tomé sus rodillas y sostuve su cintura. Ginger Ginger dio una pequeña risa. Nos dimos la vuelta y la parte delantera de mi cómoda se deslizó hacia atrás. Podía sentir su ropa, sus piernas y sus pechos contra mi espalda. Ginger Ginger me preguntó si quería que volviera a estar encima de mí. Besé sus piernas y cuello desnudos, mis pezones duros y erguidos en mi camisa...