Certinaaa me echó sus jugos por toda la lengua y el pecho. Me sentí tan bien al correrse que me levanté de la almohada, poniendo mis manos bajo la manta para evitar que se caigan. Finalmente se levantó y me miró con una gran sonrisa. Ambos nos tocamos los dedos de los pies y nos abrazamos como tantas veces antes. Decidí quedarme a ver los fuegos artificiales en la playa. Al menos esa fue la parte más emocionante. Cuando terminó se subió a la silla de playa, me tiró en su regazo y la meció suavemente de un lado a otro hasta que se quedó dormido. Cuando se despertó, me tocó los labios y me besó. Yo le devolví el beso y luego se recostó en la silla de playa. Quería que volviera a su habitación, pero me negué. Todavía era muy temprano y era verano, así que no podía soportar otra noche de sexo duro. Cuando finalmente dijo que tenía que irse, entró en su habitación, cogió una toalla y volvió a la playa. Entré en la casa y esperé a que se despertara. ¡Se despertó un poco más tarde y se veía mucho mejor! ¡No podía creer lo bien que se veía y me sentí tan aliviada! Volví a la habitación y decidí darle un baño a mi hermanito. Froté el pequeño chorro de agua de la ducha contra su estómago y luego en sus orejas y bajo su barbilla...