La floreciente sintió el orgasmo tras el orgasmo dispararse a través de su cuerpo, pulsando con su poder. Pero esta vez, Missflowersbloom no se preocupó por llegar a su fin. Missflowersbloom se moría por quedarse dentro de él, por sentir su carne caliente quemarse en su vagina. Siguió tocándose y eyaculando hasta que Missflowersbloom volvió. Esta vez, Missflowersbloom vio algunos de sus bollos visibles, que habían sido afeitados y a veces parcheados por su prometido. El shock de verlo tan claramente fue suficiente para mantener su cuerpo en movimiento. A Missflowersbloom ya no le importaba complacer a su novio. Missflowersbloom quería quedarse con él. Missflowersbloom se abrió paso dentro de ella mientras ella se sentaba y bajaba sus bragas hasta los tobillos. Sintió sus muslos tensos por el calor en su entrepierna y movió su mano derecha hacia su clítoris. La sostuvo en su palma y dejó que se moviera y le hiciera cosquillas, mientras deslizaba su mano izquierda hacia abajo para jugar con la entrada de su pequeño arrebato caliente. Se lamió el dedo y lo mantuvo presionado contra su coño durante un momento antes de sacarlo. Empezó a jugar con su clítoris mientras se lamía los dedos y luego volvió a masturbarse con la punta de su pene. Finalmente, sintió que ella llegaba al clímax de nuevo y otro orgasmo se precipitó por su cuerpo. Era todo el líquido que podía beber de su resbaladiza raja mientras su semen goteaba de su cuerpo y su entrepierna y se acumulaba en su entrepierna...