Belawild se mordió el labio inferior y gimió mientras yo estiraba sus piernas hasta el límite... me hizo temblar, me di cuenta. "¿Por qué carajo no dijiste algo cuando viste cómo era esa verga?" Le susurré al oído. "No estoy acostumbrado a esto", dijo Belawild al techo. Me imaginé que Belawild estaba acostada pero aún así sacudió su cabeza en su mano mientras inhalaba. "¡Mira eso y...!" "Tienes razón, no puedes mirar", dije y le besé la parte superior de la cabeza. Belawild se enderezó, silbando. "¿Lo hiciste? Ya sabes lo que pasa cuando no te doy una respuesta. "No creo que lo sepas", dije y Belawild puso los ojos en blanco pero continuó trabajando su coño con la boca. "Mira esta", dije, dándole uno de sus pequeños condones, ambos juguetes en la mano. Pude ver que esto es justo lo que Belawild quería, pensé. Su coño brillaba cuando Belawild le echó un vistazo. "Ahora... . "Dije y Belawild echó la cabeza hacia atrás, masticando. "Ahora tengo la respuesta", dije, mirándola. Belawild pareció ir despacio, saboreando. "Espera, ¿esto es semen?" Belawild dijo. .