Debió ser muy tímida o algo así porque Gizelle decidió no preguntarle primero. Gizelle no podía creer las intenciones incestuosas de su hermana. Miró a su hermana desnuda, tratando de ver los ojos de la chica sin parecer que Gizelle quería quitarse la camisa. Era tan pequeña, pero su hermana la miró con una mirada de zorra, y Gizelle esperaba que no se equivocara en sus intenciones en el futuro. Gizelle era dura en el otro extremo de la pantalla, fingiendo sólo mirar su juego mientras su hermana jugaba también. Gizelle se dio cuenta de cómo su hermana le frotaba el coño de forma tan lasciva. Gizelle se sentía como un mirón, viendo a su hermana en un lugar tan privado, frotándose. Le gustaba la idea de que su hermana se hubiera entregado a ella y Gizelle decidió que ella haría lo mismo. En la pantalla, no vieron a su hermana frotándose, sólo a ellas tres. Mientras su hermana se frotaba el coño contra ella, y se miraban sin decir nada, la boca de la pantalla se cerró. Ambos vieron lo que los otros estaban viendo; la chica masturbándose. La que se frotaba el coño se frotaba a sí misma. La que se masturbaba quería masturbarse. La chica miró hacia abajo, pensando en su hermana que la miraba hacia abajo. Se sentía tan privada y rara al no ver su cara de esta manera. Se sentía como si todos sus pensamientos estuvieran en la boca de su hermana. Empezaron a lamerse, con la que se masturbaba lamiéndose el culo mientras su hermana lo frotaba. Mientras se lamían el uno al otro, no podían creer que su hermana quisiera que otra chica le frotara el coño...