Kittymei los miró mientras yo le acariciaba el pelo. Kittymei estaba sonriendo. Apenas sentí que me agarraba uno de mis pezones. Kittymei puso el otro en mi estómago, lo apretó y acarició mi clítoris por unos segundos. Kittymei miró hacia abajo y vio la mirada en mi cara y comenzó a reírse. Cuando no pude soportarlo más, empujé mi mano hacia abajo y le mordí el pezón, y Kittymei se giró y empujó mi mano hacia el otro. Después de unos segundos Kittymei extendió su otra mano y me dio unos cuantos puñetazos más en mis pezones. Mis piernas temblaron con sus movimientos. Kittymei empujó lentamente su mano hacia abajo, de modo que volví. Luego bajó la mano y se puso a cuatro patas en la cama, y lentamente empujó mis caderas hacia ella, hasta que Kittymei estaba a horcajadas sobre mi agujero. Jadeé mientras Kittymei estaba de repente encima de mí, y empecé a machacarla, usando mis propias caderas. Cuando Kittymei empezó a subir y bajar por mi eje con su lengua, me deslicé lentamente sobre ella, y sentí su coño acercándose a mi culo. Podía sentir su maldito culo gordo dándome una bofetada. Fue la cosa más sexy que jamás he sentido. Kittymei sacó su lengua y comenzó a lamerme. Trató de deslizar mi culo de arriba a abajo, pero yo le sostuve las piernas, y Kittymei no pudo alcanzarme. Kittymei tenía un consolador con correa entre sus piernas. Lentamente lo moví hacia ella, y comenzó a frotar su clítoris contra mi trasero...