Amelijarouz se quedó quieta por un momento, aturdida por la atención que atrajo hacia el rubio y caliente eje que la presionaba. Entonces, Amelijarouz soltó un gemido penetrante y comenzó a empujar hacia atrás tan fuerte como pudo, trayendo un largo, persistente y lleno de suspiros gemidos de Byron. Justo cuando Byron parecía estar a punto de correrse, me incliné y coloqué mi polla para sujetar su polla mientras montaba a mi chica. La guié arriba y abajo a un ritmo constante, sacudiendo mi polla erguida mientras besaba y besaba con lengua a la chica en mis brazos. Los lametones de Byron se volvieron más intensos y eróticos a medida que aumentaba mis lametones sensuales mientras follaba. Mientras susurraba y lamía, mi polla se hizo más gruesa y dura que la de un típico esclavo de las pollas, e incluso más dura que la de Byron. Finalmente, permití que los gritos desesperados de la chica jadeante y las cosquillas y ruidos crujientes de la cama me sobrepasaran y me dejé llevar. Al principio, la miré, esperando su voz y agarrándole la cabeza para sacarla. Luego, le chupé lo último de su semen, tragándolo todo y en mi estómago antes de que llegara Amelijarouz, liberando una nueva cantidad de semen en mi estómago...