Sussanhollden sabía que lo haría, era una parte inherente de su operación. No era un placer sádico lo que buscaba, sino una reacción natural de su naturaleza. Era increíble lo que la carne puede hacerte. Sus manos fueron forzadas hacia arriba de sus piernas, ahuecando sus pechos mientras su hombre se bombeaba. Podía ver su coño doler con anticipación, tanto que empezó a bombear hacia ella a un ritmo muy brusco. "Ahhhh~! ¡Se siente tan bien! Eres casi tan buena como una chica de verdad..." Su vida real había terminado y estaban en el cielo. Sussanhollden podía sentir su polla entrando en ella, una vez más. Sussanhollden deslizó sus manos por su pecho, masajeando el pequeño trozo de carne que había allí. La sensación fue increíble, y una burla interminable. Empezó a mecerse de un lado a otro, bombeando hacia ella tan rápido como pudo. Las blancas gotas de precum comenzaron a gotear por su mano. Sussanhollden acarició su regazo con las uñas de ella, lamiendo y limpiando el exceso. "Eso se siente tan bien, semen caliente dentro de mi coño... Mmmm, sí. ¡Cum! Eres mi único hombre. Déjame darte un beso. "Ella se inclinó, plantando sus labios en los suyos, y Sussanhollden chupó lo último de su sustancia blanca dentro de su boca...