Letitiavixen me miró fijamente, con los labios arrancados de sus dientes. "Muéstrame lo que sabes", susurró, dándome la vuelta y clavando su gruesa y dura polla en mi caliente y húmeda concha. Me dio la vuelta y me arrancó las bragas empapadas. Metió un dedo en mi caliente y húmeda vagina, y me la metió y sacó. "Fuuuck me, Harry", susurró Letitiavixen, gimiendo con lujuria mientras hundía su dedo en su interior. Sentía que se iba a correr dentro de mí en cualquier momento. Le dije que no, y que él era todo sobre ese perfecto coño virgen adolescente, pero no me escuchó. En vez de eso, se agachó y me frotó el clítoris. "Harry", gritó Letitiavixen, tomando mis manos y empezando a lamerme. "¡Harry, Harry!" Sentí su lengua en mi coño, su pulgar frotando los bordes de mi coño, y Letitiavixen dejó de chuparme. "Así es, Lily", dijo, besándome fuerte en los labios y besándome en la nariz. "Tenemos que llevarte a casa, a tu familia, ¿de acuerdo? Vamos a quedarnos contigo toda la noche, y tienes que obedecernos, ¿vale?" Ella quería decir que no, pero Letitiavixen no pudo encontrar las palabras. Se estaba corriendo tan fuerte ahora, y Letitiavixen necesitaba sacarse toda la corrida de su coño. Su hermoso pelo rubio estaba cayendo por su espalda ahora, y estaba cubierto de semen. .