Onefel mantiene esa postura por unos minutos, sus manos temblando suavemente en las caderas de ella. Está recuperando el aliento, casi demasiado rápido. "Eso es, empuja hacia abajo con más fuerza", dice Onefel en su oído, llevando el empuje hacia arriba un poco más alto. Lo intenta, y lentamente comienza a exhalar más cuando la acción contra su próstata se vuelve repentinamente mucho más intensa, y finalmente se retira y se suelta, disparando su carga por todo su vientre. Ella no duda en seguir empujando y tirando de él dentro de ella mientras Onefel se corre, apretando fuerte, lamiendo sus labios. Se intercambian un beso. Después de un momento, él la mira, con su cara retorcida por la frustración y sus ojos brillantes. "Maldita sea", gruñe. "¡Ya lo dije! Ahora te voy a dar una carga de mi semen!" "OK," dice Onefel con una sonrisa. Levanta el vibrador para que las puntas toquen la ventana, y lo apaga. La mira, todavía sonriendo. No está casado, pero tiene otros sueños de vida sexual más satisfactorios y "más seguros" que ella, en los que llega a casa del trabajo con el olor de su cuerpo desnudo y su polla. No quiere eso para él. Así que se va a trabajar, queriendo, incluso anhelando el abrazo de su madre. La cara de su esposa le devuelve la mirada cuando Onefel sale de su habitación...