Mistressinni estaba de pie con los brazos en la pared, apoyada en la pared. Su largo cabello estaba en una cola de caballo suelta, apenas cubriendo su hinchada y húmeda raja, como si Mistressinni estuviera teniendo sexo en las calles de Nueva York. Mistressinni asintió con la cabeza, caminó por el largo pasillo y atravesó la gran puerta del armario que llevaba a su dormitorio. "Adelante, desnúdate", susurró Zoe al oído de Taylor mientras Mistressinni encendía la luz. "¿Puedes cogerme el brazo?" Mistressinni preguntó cuando sintió la necesidad de estar totalmente desnuda. Zoe se rió y la ayudó a abrirse la blusa. Mistressinni sintió que sus brazos se acercaban a sus lados, su sostén expuesto y sus bragas en la mano. Mistressinni se puso la ropa de algodón blanca y apretada, extendió su brazo a un lado y observó su cuerpo desnudo. Todo era tan hermoso, tan diferente de su apariencia normal. Mistressinni le tocó los pechos y los pezones y vio como se endurecían. Zoe la ayudó a ponerse el sostén y le bajó el dobladillo del pantalón. Mistressinni dejó caer sus tetas, su pelo largo cayó por su espalda y se quitó las bragas. Mistressinni suspiró con placer, sintiendo que su coño se humedecía e hinchaba mientras se metía los dedos. .