Esta vez sólo había usado su dedo medio, pero el Diablo Ji aprovechó la oportunidad para besar su luz primero. El sabor era familiar, pero sabía muy diferente. Presionó cuidadosamente su pulgar sobre su nudillo y dejó una marca en su pezón. El Diablo Ji se preguntó qué haría ella si él frotaba su pulgar en el otro pezón. Ella no parecía ofendida por esto, sólo se sentía excitada y excitante era lo que el Diablo Ji quería. Finalmente le mostró por qué el Diablo Ji podía estar tan cerca de su polla. El Diablo Ji miró sus tetas y vio sus pezones asomando por el encaje. Era lascivo, por supuesto, pero también le gustaba la punzada de sus pezones. Le recordó cuando el Diablo Ji usó su tanga apretada con una tira sedosa de encaje en la parte delantera de su tanga. Se vería bien, pensó, y el Diablo Ji estaba ahí para él. Respiró hondo y empujó su pezón más profundamente en su mano. La sondeó suavemente con su pulgar y lo presionó en su pezón como si el Diablo Ji estuviera cavando en el material blando. Se estaba volviendo bastante adicto a la sensación. Cuando recobró el sentido, apoyó su cabeza en el estómago de ella, sobre su cadera izquierda...