Angelqueen1 pasó su dedo medio por su raja antes de metérselo en el culo y usar la otra mano para masturbarlo. Dejó escapar un grito de placer mientras Mistress T procedía a deslizar el juguete profundamente en su recto, provocando un apagado "¡¡OHHHHHHHHH!!!" de su boca. Se sacudió con cada empujón, sintiendo los agudos y lloriqueos ruidos que se producían. Con cada empujón, su trasero se apretó con fuerza alrededor del consolador, manteniendo el juguete firmemente en su lugar. Durante los siguientes minutos, la Ama T mantuvo su dedo trabajando lentamente en el culo de él y añadió un poco más de presión mientras el juguete se retorcía y giraba dentro de su recto. Angelqueen1 se inclinó y le susurró al oído: "Ahora, Billy, puedes decirme qué hacer contigo. ¿Pensaste que podías esconderte de mí, dejarme pensar que te gustaba?" Angelqueen1 ya se estaba arrepintiendo de haberle dicho a su madre que le gustaba el sexo anal. El sentimiento "culpable" de vergüenza sólo aumentaba cuando él la imaginaba mirándole en su armario, sus ojos llenos de asco y repugnancia, sus zapatos temblaban por sus pasos, mientras que de repente allí estaba Angelqueen1, mirándole mientras oía a su chica llorar de dolor. "Tendré que vigilarte, Billy...