Afroditha estaba bastante apretado. No podía meterle la polla por la garganta, así que empecé a lamerle los labios del coño suavemente. Podía sentir que su coño ya se estaba moviendo. Envolví mi mano alrededor de su cabeza y empecé a chuparle el cuello, para ayudarla a relajarse mientras entraba y salía de su coño. Afroditha estaba casi lista para correrse. Podía oír sus jadeos, sus gemidos. La estaba haciendo correrse dentro de mi boca, pero me detuve a tiempo y besé sus dulces labios. Me aparté de ella, me quité la boca y me posicioné de manera que mi polla estuviera en su entrada. Afroditha sonrió y levantó su mano y la agarró entre sus piernas. "Abre para mí", dijo Afroditha. Me adelanté y deslicé mi polla dentro de ella y lentamente empecé a meterla y sacarla. Nunca pude imaginarme tener una mujer así. Fui rápido, empujando dentro y fuera casi tan rápido como pude. Afroditha estaba tan apretado. Ya estaba muy mojado. Pero seguí adelante, yendo más y más rápido. No podía creerlo, la forma en que Afroditha estaba reaccionando. Afroditha estaba gimiendo. Sentí su orgasmo aumentando y aumentando. Estaba en el cielo. Quería tanto que se corriera y podía sentir sus gemidos y gritos de placer siendo absorbidos por mi polla...