Zyelly me quitó los jeans, y pude sentir el calor de su cuerpo llenándome con una sensación de plenitud que no conocía desde hace tanto tiempo. Y sentí la puerta abierta de la cama detrás de mí, y el peso de mi polla presionando firmemente contra la puerta de mis bragas. El placer fue interminable. A medida que continuamos, nuestra relación se hizo más íntima, más abierta y más intensa. Ella no tenía marido, y Zyelly se convirtió en una compañera más emocional para mí. Sus deberes de "papi-bebé" parecían cada vez menos significativos a medida que pasaba el tiempo. Ambos eran mi esencia. Empezamos a pasar más tiempo a solas, para tener tiempo para la intimidad, para relajarnos. Zyelly disfrutaba de cuidarme, de observarme, de estar conmigo. Se volvió más y más erótico. Sólo podía creer su pasión por mí, si no su entusiasmo por ello. Nos convertimos en una pareja inseparable. Ella y yo exploramos un poco juntos, y descubrimos lo divertido que puede ser tener un sex-top natural como yo en la forma en que Zyelly y yo habíamos crecido para disfrutar. Incluso hicimos un par de películas para parejas, dándonos algo de privacidad, y siempre me pareció muy emocionante verme follar un poco con ella. Aunque teníamos sexo más frecuentemente, y más intensamente, siempre supe que Zyelly quería más intimidad. Y sabía que si realmente la amaba, Zyelly la encontraría conmigo, y la ayudaría a dársela...