Sugarbooty le pegó el coño a su culo en la frustración. Mi polla ya estaba dura, palpitaba con la sensación de ser usada como una puta y cómo Rick me lamió la polla. Traté de ocultar mi sonrisa. Había estado esperando todo el día para esto y finalmente me lo habían concedido. La liberación carnal en mí era algo que había estado anhelando toda la semana y sabía que Sugarbooty estaría más que feliz de seguir el juego y conseguirlo todo. Entré en Rick en un abrir y cerrar de ojos y nos movimos lentamente, desnudos hasta la cintura, con el cuerpo inclinado sobre los hombros del otro mientras exploraban sus cuerpos. La empujó de nuevo a la cama y Sugarbooty lo montó. Cerré los ojos y solté un gemido mientras Rick se la follaba con fuerza. Mis manos volaron para acariciar sus tetas y Rick me tiró hacia él. Puse mis brazos alrededor de él y sentí sus manos agarrando mis tetas y su cara en la base de mi eje. La sensación de Rick lamiendo los jugos que goteaban por mi cuerpo era exquisita y me quejé al sentir mi propia leche lamiendo sus dedos y deslizándose sobre mi piel...