La escarlatina me chupó hasta dejarme seco, lo que no había hecho nunca antes en su vida, especialmente cuando yo había estado en ella. Me di cuenta entonces de que probablemente todavía estaba duro, y rápidamente deslicé mi dedo dentro de su boca húmeda, dándole un último bocado antes de que su orgasmo la sacudiera aún más. La saqué, le tiré del pelo y la arrojé sobre la cama, haciendo que se tambaleara con mi esfuerzo. Me senté y me recosté, mirando el techo en un silencio maravilloso. Fue mejor que mi primera vez. Durante toda la noche, Scarletsatine trató de alcanzarme y tocarme. No pude soportarlo, y mi misión era llevarla a mi habitación antes de que Scarletsatine perdiera la cabeza por completo. Una vez, le pedí que se acostara boca abajo y Scarletsatine levantó los brazos, indicando claramente que no era una opción. Así que en vez de eso, Scarletsatine se arrastró hasta mis pies y se acostó a mi lado en el sofá. No me acerqué a ella, sólo cerré los ojos e intenté relajarme. En mis siguientes visitas, Scarletsatine me llevó a su habitación, incluso tomándose el tiempo de encerrarse, para que pudiera follarla aún más. .