Pam no pudo contenerse más y finalmente deslizó su pesado clítoris en el coño de Sylvie. Mientras la correa se introducía en su coño apretado, Pam casi llegó en segundos. Pam pudo sentir la correa empujándola con más fuerza mientras entraba y salía de su coño necesitado. Sus rodillas temblaban y los dedos de los pies se curvaban hacia atrás, y Pam estaba cerca de la histeria cuando casi llegó. No le importaba si Pam era atrapada; sólo quería que este cinturón se convirtiera en parte de su coño. Pam envolvió sus manos alrededor del enorme y palpitante consolador, y se lo llevó a la cara. No podía creer lo que Pam estaba viendo: la escena que tenía delante. Pam pudo ver el enorme clítoris de Sylvie cubriendo la punta del consolador con su calor húmedo mientras daba sus primeros golpes por la dulce rendija de Sylvie. Pam hizo un sonido de sorpresa cuando el coño de Sylvie comenzó a mojarse más y más con los jugos de Sylvie. El enorme consolador estaba firmemente sujeto al coño de Sylvie y se movía de un lado a otro con los movimientos de Sylvie. El grueso consolador continuó lubricando lentamente y con avidez el clítoris de Sylvie y le dio un nuevo significado a la frase "ser jodido"...