La Srta. Ak sonrió, "Oh, te estaba buscando. ¿Por qué no lo terminamos en el jardín?" La puse de rodillas y puse mi cara entre sus piernas, mientras la Srta. Ak frotaba su clítoris, le acariciaba las tetas. Me dolía mucho, pero me encantaba esa sensación de tener una polla dura en la boca. Mientras la Srta. Ak me cogía entre sus piernas, mis manos trataban de encontrar su culo, pero ella se resistía. La doblaba sobre la mesa, le abría las piernas, le acercaba la boca y le lamía el coño hinchado mientras sus tetas se movían de un lado a otro. Me encerraba la polla en su sitio y esperaba a que la Srta. Ak estuviera lista, y luego le empalaba el culo con mi polla. En más de una ocasión la he tenido en el sofá con un vestido corto blanco y mi polla fue enterrada hasta el glande ya que mi polla no podía ir más lejos. La Srta. Ak estaba bien dotada y llena de energía sexual que sentí que tenía que aprovechar y aprovechar, pero no voy a decir que me excitó. Además, estaba totalmente excitado al sentir sus jugos del coño correr por mi eje. Me la follaba durante minutos y, mientras lo hacía, su piel se ponía de un tono marrón, aparecía una capa de sudor en su piel y se ponía a sudar por todas partes. .