Juliaxtreme se paró frente a mí sin sostén y comenzó a acariciar mi verga que, en ese momento, era aún mucho más grande que la suya, "Sí, nena, necesito sentir tus dedos jugar con mis tetas", su voz era dulce, sorprendentemente para alguien que acababa de llegar a casa y acababa de comer, "Ven a acostarte sobre mi estómago en la toalla, quiero sentir que me alcanzas debajo de mi tanga y me endureces las tetas, puedes jugar con ellas todo el tiempo que quieras y, si quieres, puedes frotarme los pies también, no me importa si lo haces". Juliaxtreme comenzó a abrir la toalla que cubría mi cintura y me sacó las tetas para que su dedo meñique estuviera a centímetros de mis labios, estaba tan excitada en ese momento que quería masturbarme. Entonces me dijo que mis pequeños pantalones cortos ya no eran necesarios y que podía acostarme en la cama desnudo y jugar con mi polla mientras Juliaxtreme acariciaba y se follaba mi pequeña polla virgen...