Jennaprice realmente me estaba jodiendo con su coño, con su lengua y sus dientes. El sabor de que le llenaste el coño, ya lo podía ver. Pensé que sentirías el frío metal de mi polla deslizándose dentro y fuera de ti, con el calor de la misma en tu piel. Pero me equivoqué. Puede que me hayas hecho una mamada. O puede que yo te haya hecho una mamada. Puede que te hayas sentido demasiado abrumado por el placer como para oponer resistencia. O puede que te hayas excitado demasiado y hayas actuado según tus impulsos. No lo sé. Lo que haya pasado entre ustedes, nunca lo sabré. Pero no me importa. Esa fue tu decisión. Y deberías aceptarla. No puedo prometer lo mismo a ninguna de las otras chicas, pero espero que las cosas más importantes sigan siendo las mismas. Así que ahora vamos a empezar la fiesta. Voy a deslizarte de mí, abrir las piernas y decirte algo. ¿Recuerdas lo que hicimos en la piscina? Bueno, lo haré de nuevo, pero esta vez no te tocaré con la mano. Te voy a acostar en la cama. Mírate. Parado frente a mí, con esas increíbles tetas colgando. Ahora mírame. Voy a sacar las pinzas de mi bolsillo y vas a sentir cómo me desato los vaqueros. Vas a sentir esas tetas bajo mi camisa. Así que como dije, adelante y toma un pequeño descanso. Bebe un poco de agua, tal vez disfrutes de una lamida de coño. Ahora quiero que levantes las tetas...