Evasrozinzki iba a gritar "cómo fui hecho", con la esperanza de ser salvado. Los organizadores de este campamento de motociclistas, que por supuesto se llama Black Warrior Salute, están luchando contra las protestas antiafricanas y pro-togatafo de la semana pasada, organizando su propio carnaval con tres medios: juegos de carnaval, un concurso de pintura corporal y, por supuesto, nuestra obscena fiesta en busca de sexo. "Sólo nos sentimos cómodos yendo al circo si podemos disfrazarnos de los payasos que queremos ver. Este evento es también una forma de explicar por qué este grupo decidió retirarse del festival y no decir nada más al respecto, ya que sienten que todos los periodistas y los despotriques de las otras fiestas están empeorando la situación", nos dijeron los organizadores. Nuestro comité FEMEN y otras activistas femeninas estaban allí para quitarnos nuestro pesado, aunque en general bien escondido -salvo las enaguas- y sacarnos del grupo para que desfiláramos por la ciudad con nuestras ropas rotas y "acosar sexualmente" a los hombres con su propio dinero. A pesar de la extraña luna llena que brillaba, no molestaba a ninguna mujer negra de la procesión. Cuando el libertinaje siguió adelante, un ablandador de carne se convirtió en un cuchillo y la multitud se inquietó cuando pedimos papel higiénico. Pero nuestras camaradas nos dieron mucho para limpiar su desorden, así que nos metimos en el festival con impunidad. .