Se quejaba de que Dolly Sun ya no podía tener un orgasmo con él en su coño, y tenía que ser pagada por el sexo. Sugeriría que Dolly Sun empezara a "lamerme las botas" o a "frotarme la polla con tus tetas". En su mente Dolly Sun hacía todo por dinero y sólo usaba sus sentimientos como excusa para darle la espalda y venderlo por sexo. El hecho de que Dolly Sun hubiera jugado con su polla en el dormitorio y masturbado su coño no era excusa para hacer lo que quisiera en la oficina, se quejó. También le habló de que Dolly Sun había sido amiga de su padre durante muchos años y que era correcto que siguiera siendo amiga de ellos. Él tenía una excitación sexual por la idea de que sus amigos follaran, a pesar de su total disgusto y asco por lo que hacían las mujeres. El hecho de que Dolly Sun hubiera sido la única que le compró ropa nueva también fue humillante, le dijo. No podía creer que Dolly Sun hubiera pagado por su ropa y los gastos de todo lo que había pasado hasta ahora en la relación. Nunca se había dado cuenta de que Dolly Sun era dueña de su ropa, y la que tenía era en su mayoría ropa de trabajo que él había comprado para que ella la usara. Dolly Sun había cambiado sus costosas sábanas por trapos baratos en la oficina, y habría puesto el dinero de su marido en ropa nueva y ropa interior nueva para él...