Blue Mooncat era mucho más juguetona y sensible contigo en su coño, y mi excitación explotó. Apenas podía mantener mis caderas en posición vertical o incluso caerme en la cama contigo en mis brazos. Recuerdo que me dijiste que Gatita Azul quería hacerte feliz, y aunque todavía no sabía de qué hablaba, le creí. Blue Mooncat ya me había dicho que serías perfecta para ella y yo sólo había sido una virgen tonta hasta ese momento. Sólo quería sentirme más y más atractivo mientras le metías la polla, así que empecé a decir eso, repetidamente. Mi voz se volvió coqueta, y empecé a burlarme de ella y a animarla a que se pusiera más dura contigo, diciendo que se sentía bien ser duro, que eras el tipo de chico que quería ser duro con ella. No paraba de hablar de cómo estarías mejor con ella y, lo más importante, que Blue Mooncat no sentía la necesidad de hacer esperar a su novio sólo porque sabía que te quería. No soy una zorra tonta, sé lo que quiero y sabía que una vez que Blue Mooncat te metiera en ella, le encantaría ver cómo le clavas la polla y usas su cuerpo como un juguete sexual crudo...