Angelya gimió mientras corría por su vientre. Luego hice que se sentara sobre sus ancas y que empezara, lentamente, a masturbarse sobre su espalda. Mientras el chorro salía, una línea de semen negro salía de su cuerpo hacia mi cara. "Ooooooooh" Angelya gimió mientras su retorcido trasero rebotó de arriba a abajo. "¡Eso es, zorra, corre para mí!" Su culo estaba goteando mientras le hacía tirar de su cara hacia atrás y adelante, viniendo por mí una y otra vez. Me encantaba que viniera hacia mí, esa dulce corrida blanca disparada sobre mí, como si fuera comida. Entonces saqué su culo de la esclusa y empujé mi polla por su vientre, llevándola a su recto. Le metí las manos en la espalda y le levanté las caderas. Angelya estaba empapada, con las rodillas ligeramente separadas. Mientras sus labios cabalgaban sobre mi polla, empecé a lamer sus labios hinchados, escuchando los suaves gemidos que Angelya hacía mientras la complacía. Dejé de lamer cuando encontré un pelo en su coño, y lo lamí hasta dejarlo limpio, sintiendo que se movía de arriba a abajo. "¡Ven a por mi zorra!" Le saqué la polla del culo y se la metí en su coño. Le clavé mi polla, duro y rápido, mis ojos se abalanzaron sobre cada centímetro de su piel mientras separaba su culo, la zorra pervertida. .